Es una infección causada por el hongo Aspergillus fumigatus, que afecta principalmente a los pulmones, provocando también alergias o afectando otras regiones de las vías respiratorias, causando sinusitis u otitis, por ejemplo.
Este hongo se encuentra en el ambiente, pudiendo estar incluso en ambientes húmedos dentro de la casa, como esquinas de la pared o baños. El Aspergillus fumigatus invade los pulmones a través de la respiración y provoca lesiones llamadas bolas fúngicas o aspergilomas, que conllevan a tos, falta de aire, sangre en el esputo, pérdida de peso y fiebre.
Cómo tratarla: El tratamiento para la aspergilosis se realiza con antifúngicos potentes, como Itraconazol o Anfotericina B, que se deben utilizar de acuerdo a las indicaciones del médico.
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