Surge cuando el sujeto pretende establecer la relación de discernimiento con el objeto, debido a que ambos se encuentran en mundos diferentes, distintos, y hasta contrarios: el sujeto cognoscente es el alma humana, su psique, pensamiento, razón, mente, etc.; y, por lo mismo, se encuentra en la esfera psicológica. En cambio, el objeto por conocer es la realidad que puede ser material o inmaterial, pertenece a la esfera ontológica.