P. Meyer:
“La escuela no es un modo de formación entre otros, ella fue concebida como la primera, y finalmente, como la última. Sus horarios ocupan todo el día de los niños, sus programas ponderan el conocimiento indirecto en detrimento de la experiencia, e inclinado en la enseñanza profesional, su disciplina definió un saber ser niño hecho de pasividad, obediencia de una pedagogía de la intimidación”
La infancia genera un campo de conocimientos que la pedagogía construye pero, a la vez, es un cuerpo –el cuerpo infantil- depositario del accionar especifico de la pedagogía.