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Curador de la vida - Coggle Diagram
Curador de la vida
Enfermos de galilea
En cada cultura se vive la enfermedad de manera diferente. No es lo mismo enfermar en la sociedad occidental de nuestros días o estar enfermo en la Baja Galilea de los años treinta del siglo l
Los antropólogos suelen distinguir entre la patología o disfunción orgánica (disease), a la que se responde tratando de curar el mal biológico (curmg), y la enfermedad como expenencia vivida socialmente dentro de una cultura (illness), a la que se responde tratando de sanar (healmg)
Los enfermos a los que Jesús se acerca padecen dolencias propias de un país pobre y subdesarrollado: entre ellos hay ciegos, paralíticos sordomudos, enfermos de la piel, desquiciados.
Los leprosos sufrían su enfermedad de manera diferente. En realidad no son víctimas de la “lepra” conocida hoy por nosotros, sino gente afectadas por diversas enfermedades de la piel (soriasis, tiña, erupciones, tumores, eccemas.)
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Un curador singular
El hecho es históricamente innegable: Jesús fue considerado por sus contemporáneos como un curador y exorcista de gran prestigio
hacia el año 90, también el historiador judío Flavio
Josefo nos informa de que durante el gobierno de Poncio Pilato como prefecto de Judea “apareció Jesús, un hombre sabio, que fue autor de hechos asombrosos”
Las técnicas concretas que Jesús emplea alguna que otra vez recuerdan a los procedimientos que utilizaban los magos y curadores populares
No se parece al tipo de magos que aparecen en los papiros mágicos griegos, ni al famoso Apolonio de Tiana, contemporáneo estricto de Jesús de quien se conserva una biografía escrita por el filósofo Filóstrato a finales del siglo II
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Liberador de demonios
Jesús no solo curaba enfermos. Lleno del Espíritu de Dios, se acercaba también a los poseídos y los liberaba de los espíritus malignos
En general, los exegetas tienden a ver en la “posesión diabólica” una enfermedad. Se trataría de casos de epilepsia, histeria, esquizofrenia o “estados alterados de conciencia” en los que el individuo proyecta de manera dramática hacia un personaje maligno las represiones y conflictos que desgarran su mundo interior.
No faltaban tampoco conflictos y opresiones dentro de aquellas familias
campesinas de estructura rígidamente patriarcal
Los poseídos a los que se acerca Jesús no son simplemente enfermos psíquicos. Son gentes desnutridas, víctimas de violencias endémicas impotentes para defenderse de abusos insoportables
Los campesinos de Galilea pudieron comprobar que Jesús, lleno del Espíritu de Dios, recorría sus aldeas curando enfermos expulsando demonios y liberando a las gentes del mal, la indignidad y la
exclusión