Tono, variantes y matices de la entonación y duración silábica.[1] Es el mejor indicativo de las emociones en la comunicación. Una emotividad excesiva, ahoga la voz y el tono se vuelve más agudo, por ello, la mayor proyección hacia los tonos agudos indica inhibición emocional. Por ejemplo, al consolar a alguien, al titubear, al negar con énfasis, etc, se producen alargamientos silábicos, mientras que con los acortamientos se expresa impaciencia, irritación, etc.[1]