Un virus de computadora no dista mucho de un virus en la vida real, como por ejemplo, la gripe. Cuando se contraen, los dos pueden quedarse latentes en el sistema y activarse más tarde, cuando menos se lo espere. Si detecta la amenaza a tiempo y toma las medidas pertinentes inmediatamente, podrá mantener los síntomas bajo control y recuperarse rápidamente. Sin embargo, si no se tratan, pueden causar estragos en la salud y el bienestar de su anfitrión.