Un pequeño mono africano que vivió hace unos seis millones de años fue el primero de los animales cuyos descendientes incluyen tanto a los humanos modernos como a sus parientes más cercanos, los bonobos y chimpancés. Solo sobreviven dos ramas de este árbol familiar. Muy poco después de la división la rama humana desarrolló la capacidad de caminar en posición vertical. El tamaño del cerebro aumentó rápidamente, y hace 2 Ma, aparecieron los primeros animales clasificados en el género Homo. En la misma época, la otra rama dio lugar a los antepasados del chimpancé común y bonobo, que evolucionaron independientemente. La capacidad de controlar el fuego que comenzó con Homo erectus (u Homo ergaster), probablemente hace por lo menos 790 000 años o quizás más temprano, hace unos 1,5 Ma. Es más difícil establecer el origen del lenguaje, no está claro si Homo erectus podía hablar o si esa capacidad no empezó hasta Homo sapiens. Con el aumento de tamaño del cerebro, se adelantó el momento del parto, pues sus cabezas serían demasiado grandes como para pasar a través de la pelvis. Como resultado, exhiben más plasticidad, y por lo tanto poseen una mayor capacidad de aprender y requiere un período más largo de dependencia. Las habilidades sociales se hicieron más complejas, el lenguaje se hizo más avanzado, y las herramientas eran más elaboradas. Esto contribuyó a aumentar la cooperación y el desarrollo cerebral. Los humanos anatómicamente modernos, Homo sapiens, se originaron hace alrededor de 200 000 años o antes en África; los fósiles más antiguos datan de hace unos 160 000 años. Los primeros seres humanos que mostraron signos de espiritualidad fueron los neandertales, enterraban a sus muertos, al parecer a menudo con alimentos o herramientas. Sin embargo, las pruebas de las creencias más sofisticadas, como la de los primeros cromañones, las pinturas rupestres (probablemente con significado religioso o mágico) no aparecieron hasta hace unos 32 000 años. Los cromañones también dejaron figuras de piedra como la Venus de Willendorf, que probablemente también tuviera significado religioso. Hace unos 11 000 años, Homo sapiens había llegado a la punta sur de América del Sur, el último de los continentes deshabitados. Las herramientas continuaron mejorándose.