Después de dos semanas, el callado de parte blanda se transforma en un callo óseo. El callo óseo alcanza su contorno máximo al final de la 2da, o 3era, y ayuda a estabilizar el foco de fractura. De esta manera, los extremos fracturados quedan unidos por un puente de tejido, que al mineralizarse, aumenta la rigidez y la solidez del callado, hasta poder realizarse apoyo en carga, además se resorben las zonas que físicamente no soportan carga.
Así disminuye el tamaño y la forma del callo, y se restablece el contorno del hueso fracturado como hueso laminar. Finamente el proceso se completa cuando se restablece la cavidad medular.
-