Posteriormente, Madero fue víctima de la asonada militar conocida “Decena Trágica”, ocurrida a partir del 9 de febrero de 1913. En un principio, Victoriano Huerta, en su condición de general maderista, combatió ese levantamiento de oficiales del viejo régimen porfirista, aunque luego se pasó a sus filas, con la mirada puesta en ocupar la presidencia, lo que ocurrió después del asesinato de Francisco I Madero.