Los objetivos específicos de todo investigador varían conforme a la naturaleza de la investigación, pero a grandes rasgos puede decirse que su objetivo fundamental es siempre el de someter a juicio, revisar, evaluar, comprobar y obtener conclusiones respecto a una hipótesis determinada, esto es, un planteamiento inicial respecto al tema del cual habrá el investigador de ocuparse. En otras palabras: sumar conocimiento especializado.