En las ciudades, el estilo de vida se desarrolla de diferente forma, dentro del promedio, una persona suele ser de carácter sedentario o tiene mucho menos desgaste físico que una persona de campo, pues sus laborales se relacionan principalmente con la estadía en un solo lugar y el manejo de herramientas tecnológicas. Por eso se podría reconocer que en general las personas de la ciudad llevan una dieta regular, una distribución alimentaria sana y normal. Para empezar los carbohidratos son los que más predominan y se obtiene mediante la ingesta de cereales como el arroz, el trigo, el maíz, la avena o la cebada que se consumen de forma diaria, aunque también dentro de una alimentación normal se pueden obtener con la ingesta de frutas como la manzana o la pera que se consumen en breaks y en la mayoría de verduras, en estas en forma de glucógeno y fibra, además su consumo aumenta cuando se digiere diferentes tipos de caramelos o galletas comunes en las ciudades. Por otro lado también están el consumo de proteínas que si bien no se hace de manera tan primordial como en un deportista, se consumen de forma regular en las carnes como de pavo o pollo y en pescados y mariscos, esto cuando se refiere al almuerzo, sin embargo en el desayuno se consumen huevos, yogures, queso o alimentos como la soya y las nueces. Las grasas también forman parte de la dieta esencial de una persona en la ciudad, están se consumen en cualquier comida del día, y existe cierto equilibrio entre las saludables y las saturadas, se consumen especialmente en el aceite de oliva y el aceite de coco y en la mayoría de frutos secos, estos también se complementan con los derivados de la leche, también se ingieren grasas saturadas en cierta medida especialmente en la mantequilla, el chocolate o algunas carnes como la de cerdo o vaca. Por último, los minerales se obtiene en la dieta urbana mediante el consumo de frutas como el plátano, la naranja, la fresa o la uva cada uno de los aportando diferentes minerales como el potasio o el magnesio, también se obtiene en el consumo de verduras durante el almuerzo o la cena en donde se obtiene hierro, fosfato, zinc y calcio, especialmente en hojas verde oscuro, frijoles, lentejas y aguacates, también se obtiene en la mayoría de las carnes consumidas. Por lo que se puede decir que el consumo de estos nutrientes es regularmente sano en las personas de las ciudades, pero con mayor peligro y exceso de grasas debido a diversos productos saturados que son propios de las ciudades.