La preocupación del creyente es comprender la obra de Dios. En el transcurso de los tiempos en Occidente se ha cubierto a Dios con muchos conceptos, algunos de los cuales ocultan su verdadero rostro: el dios tapahuecos, el dios furioso, el dios juez implacable, el dios que no olvida y que maneja todos los hilos de la historia, el dios vengador e irascible, entre muchos otros.