En el año 1838, la Asociación de Trabajadores de Londres, dirigida por William Lovett, elaboró la Carta del Pueblo, en la que se reclamaba el sufragio para todos los varones mayores de veintiún años, el voto secreto, elecciones parlamentarias anuales, la abolición de los requisitos de propiedad para ser miembro del Parlamento, la asignación de un sueldo a los parlamentarios y distritos electorales equitativos.
El cartismo movilizó a la mayoría de los trabajadores y de las clases populares con un objetivo político claro: la democratización del estado. La primera petición al Parlamento que se hizo por el movimiento, se presentó en 1839, respaldada por más de un millón de firmas.