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¿De dónde proceden las ideas?: las fuentes de la innovación en la empresa …
¿De dónde proceden las ideas?: las fuentes de la innovación en la empresa
Innovación a partir de las ideas que tienen los empleados.
La idea que subyace en esta aproximación es muy sencilla: las ideas son cosa de todos. El doctor Edward de Bono, famoso por haber acuñado la expresión pensamiento lateral, lo deja muy claro al decir que “mientras se siga pensando que la creatividad es un don personal, las empresas están ignorando miles de ideas que laten entre sus empleados”.
Empresas como Toyota son un claro ejemplo de ello.
Innovación a partir de la observación del usuario.
Este método se caracteriza por poner a la persona (al usuario actual o al potencial) en el centro del análisis y explora posibles soluciones que van más allá de lo obvio –rompiendo a menudo paradigmas preexistentes–, de ahí que capten nuestra atención.
Empresas como Procter & Gamble o Hewlett-Packard, por citar un par de ejemplos, han sido pioneras en el uso de esta metodología para conseguir buenos resultados.
Se trata de volver al origen; de volver a poner al usuario –a la persona– en el centro del foco para entender cuáles son sus necesidades y, a partir de ahí, intentar generar soluciones que le aporten significado. ¿La herramienta para eso?: el design thinking.
Innovación abierta o participativa.
Consiste en abrir la puerta a todo aquel que quiera participar –aportando ideas– en proyectos de innovación auspiciados por las empresas.
Quizá el ejemplo más utilizado sea el de la enciclopedia libre Wikipedia, que de manera desinteresada es escrita por voluntarios de todo el mundo. El desarrollo del sistema operativo Linux es otro buen ejemplo de lo que se conoce como open-source collaboration.
Innovación surgida en el laboratorio.
El objeto de esta aproximación es investigar para más tarde encontrar uso a aquello que se ha descubierto en el laboratorio.
Algunas empresas que han destacado por sus resultados son los Bell Labs a finales del siglo xix –con Thomas Alva Edison al frente del famoso Menlo Park–, DuPont, Xerox y Pfizer, entre otras.
Innovación inspirada en el análisis de lo que hace la competencia.
Consiste en hacer ingeniería inversa de aquellas ideas, estrategias o modelos de negocio que resultaron exitosos para nuestros competidores o para otras empresas a las que podemos llamar “ganadoras”. Apalancándonos en las lecciones que podamos extraer de ellas, podemos reimaginar o reinventar nuestros propios negocios o maneras de hacer las cosas.
Empresas como Ryanair, Cirque du Soleil, Nintendo o IKEA.
Innovación “de compra o alquiler”.
Implica un cambio importante de paradigma que no todas las empresas están dispuestas a afrontar –por lo doloroso–, consistente en apartarse de la tradición de hacer las cosas desde dentro.
La Historia viene cargada de ejemplos; desde IBM, que subcontrató el desarrollo de su sistema operativo a una pequeña y, en aquel entonces, desconocida empresa llamada Microsoft, hasta Cisco Systems, cuya exitosa estrategia de crecimiento pasa por la compra de empresas que se caracterizan por su conocimiento y su pericia.