Sin embargo, los avances médicos egipcios y griegos no contemplan la necesidad de atender a los niños. Es hasta la Edad Media, cuando se reconoce que el niño tiene alma, por la dificultad de su cuidado hacía que fueran abandonados en las puertas de los hospitales o las iglesias por la noche, practica realizada tanto por la clase alta como la baja, tal vez, con el concepto de "piedad” y "amor al prójimo”