[ 3 ] Técnica de amagar: Conocida como “low-ball”, es la letra chica que acompaña cualquier transacción. El receptor acepta una oferta, aunque, una vez confirmada, la fuente originaria del acto de persuasión pone énfasis en detalles que no había expresado originalmente. El hecho de haber dado tu palabra al principio usualmente prevalece por más que aparezcan esas informaciones posteriores. Ejemplo: cuando contratas un seguro, te explican todo de una manera supuestamente para que entiendas, firmas tu acuerdo y piensas que todo quedó allí; sin embargo, si no eres un experto, después vendrá una póliza con cientos de exclusiones que tu pensabas que estaban contratadas en tu producto.