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Técnicas y Herramientas de la Terapia Humanista - Coggle Diagram
Técnicas y Herramientas de la Terapia Humanista
La psicoterapia humanista es un enfoque que trata de hacer justicia a toda la persona, incluyendo la mente, el cuerpo y el espíritu.
El psicoterapeuta humanista trabaja hacia un auténtico encuentro de iguales en la relación terapéutica.
Representa una amplia gama de métodos terapéuticos.
Cada método reconoce las capacidades de autocuración del cliente.
Técnicas
Entrevistas:
No tiene pretensiones de diagnóstico, sino de ayuda personalizada al sujeto con problemas.
La biblioterapia
Sugerencia de lecturas relevantes al momento existencial o la problemática del paciente.
Técnicas de psicoterapia breve:
Llamadas de emergencia o a corto plazo; entre ellas tenemos: la orientación, consejería y se usan en casos de estrés, indecisión, depresión, ansiedad, entre otros.
La psicoterapia centrada en el cliente:
El método inicial, se basaba en la no-directividad y en la confianza de que el cliente sabría desarrollar su propio camino. La transmisión de esta confianza es uno de los ingredientes clave de la terapia centrada en el cliente.
Técnica de psicoterapia profunda:
Son útiles en casos de neurosis, fobias, histerias y otros trastornos de la personalidad, así como en las psicosis excluyendo sus estadios agudos.
La intención paradógica:
En la que se invita al paciente a intensificar su síntoma, con lo que se cambia el sentido de su aparición.
La de reflexión:
Entrenamiento para no prestar una atención inadecuada al síntoma.
El cuestionamiento:
Por medio de preguntas sobre las interpretaciones del paciente.
Pirámide de las necesidades de Maslow:
Indaga acerca de la motivación humana. Basada en que nuestras acciones están motivadas para cubrir ciertas necesidades.
Herramientas
Concretar:
Ayuda importante para ir de lo vago a lo concreto, de lo general a lo particular en muchos de los temas tocados por el paciente y que le pueden ayudar a clarificar su situación.
Reflejo simple:
El reflejo permite enfatizar algunas frases o palabras dichas por el paciente, pero de las cuales puede no haber tomado conciencia.
Atención no verbal:
Es observar los movimientos, cambios de voz, gestos, etcétera que el paciente realiza sin darse cuenta, pues en ellos hay información importante que puede ser aprovechada dentro de las sesiones.
Reflejo de sentimientos:
Las palabras del paciente comunican mucho más que sólo ideas. También hay en ellas sentimientos y emociones implícitos que, al ser tomados por los terapeutas y reflejados oportunamente, ayudan al paciente a profundizar en su experiencia interior.
Atención psicológica:
Es aquella habilidad que se va desarrollando con el tiempo, en la que el terapeuta puede discernir los puntos importantes dentro de la sesión y usarlos para acompañar mejor a su paciente.
Reflejo no verbal:
Las vivencias del paciente también pueden ser expresadas con un ademán, un gesto, etc. Al hacerle patente estos actos al paciente, desde una perspectiva fenomenológica, él mismo podrá completar piezas de información respecto a lo que está sucediendo en ese momento.
Atención física:
La atención que se presta al paciente ha de ser claramente percibida por él.
Comunicación de la comprensión empática:
Podríamos decir que es la otra cara de la empatía. Una vez que se logra vivir el mundo interno del paciente como si fuera el mundo del terapeuta, es esencial comunicárselo, pues la empatía como herramienta terapéutica sólo es útil al paciente cuando éste se vive claramente entendido, acompañado.