En este cuento, Don Juan Manuel (el autor de esta obra literaria) quiere reflejar, con una enseñanza clara, que por miedo, por ser más poderoso o ser más rápido atacando a alguien vas a ganar o a ser más efectivo. Sino que gana el que espera, ya que el que primero ataca rápido al final se cansa. El Conde Lucanor expone a Patronio un problema, este problema es que una vez tubo por enemigo un rey muy poderoso que, después de mucho tiempo en guerra, decidieron hacer las paces. Pero desde hace tiempo, siguen teniendo mucho miedo el uno del otro. Gente del rey y del Conde les dicen que el otro busca cualquier cosa para hacer la guerra. Ante esta duda, Patronio respondió, con un cuento sobre lo que sucedió a Lorenzo Suárez en el sitio de Sevilla. En esta historia Patronio destacó una enseñanza que puso al final del cuento: Por miedo no os obliguen a atacar, pues siempre vence el que sabe esperar.