Máxima extensión del Imperio persa, hacia el año 490 a.C. 227 años (559 a.C. – 330 a.C.). El dominio de los persas se extendió por los territorios de los actuales estados de Irán, Irak, Turkmenistán, Afganistán, Uzbekistán, Turquía, Chipre, Siria, Líbano, Israel y Egipto