Un primer paso, esencial para acometer la mejora de procesos, es contar con el liderazgo de la alta dirección de la organización. Este liderazgo ha de ser asumido decididamente, ir acompañado de un intenso compromiso. Igualmente, ha de comunicarse explícitamente. El objetivo es generar una actitud favorable hacia la mejora.
La mejora de procesos implica una serie de actividades ordenadas, que constituyen en sí mismas un proceso, y cuyas fases principales están contenidas en el diagrama de flujo que se presenta más adelante. En ella se puede observar la presencia de un subproceso (A) que no es otro que el correspondiente al de la mejora continua.