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Profeta del reyno de Dios - Coggle Diagram
Profeta del reyno de Dios
Jesús deja el desierto, cruza el río Jordán y entra de nuevo en la tierra que Dios había regalado a su pueblo
Profeta itinerante
Jesús no se instala en su casa de Nazaret, sino que se dirige a la región del lago de Galilea y se pone a vivir en Cafarnaún
Cafarnaún es una aldea importante, comparada con Nazaret, Naín y otras muchas de la Baja Galilea, pero muy modesta frente a Séforis
Cafarnaún es, sobre todo, una aldea de pescadores cuya vida se
concentra en los espacios libres que quedan entre las modestas viviendas y las escolleras y los rudimentarios embarcaderos de la orilla
Jesus no se instala en Cafarnaún. Quiere difundir la noticia
del reino de Dios por todas partes
La pasión por el reyno de Dios
Jesús “fue caminando de pueblo en pueblo y de aldea en aldea proclamando y anunciando la buena noticia del reino de Dios
Jesús solo habló del “reino de Dios”, no de la “iglesia”
Jesús no enseña en Galilea una doctrina religiosa para que sus oyentes la aprendan bien. Anuncia un acontecimiento para que aquellas gentes lo acojan con gozo y con fe
Jesús anuncia una noticia: “Dios ya está aquí
buscando una vida más dichosa para todos
Un anhelo que venia de lejos
El reino de Dios no era una especulación de Jesús, sino un símbolo bien conocido, que recogía las aspiraciones y expectativas más hondas de Israel.
Ese Dios grande, señor de todos los pueblos, es rey de Israel de una manera muy especial. Él los ha sacado de la esclavitud de Egipto y los ha conducido a través del desierto hasta la tierra prometida
Dios había liberado a Israel de la esclavitud de Egipto para crear un pueblo libre de toda opresion y esclavitud
El pueblo estaba de nuevo bajo la opresión de un rey extranjero, despojado del derecho a su tierra, sin rey, sin templo ni instituciones propias, sometido a una humillante esclavitud
En medio de un pueblo en ardiente espera
La situación de Israel se hizo todavía más desesperada con la invasión de Alejandro Magno primero y de las legiones romanas después
Ningún profeta se atrevía ahora a alzar su voz. Israel parecía abocado a la desaparición
La situación era tan desconcertante que resultaba para todos un enigma indescifrable
El mensaje de estos visionarios es terrorífico y, al mismo tiempo,
esperanzador. El mundo está corrompido por el mal.
Es difícil, sin embargo, que Jesús y los campesinos de Galilea
conocieran con detalle el contenido de estos escritos apocalípticos pues solo circulaban en ambientes cultos como el “monasterio” de Qumrán
Ya esta Dios aquí
Jesús sorprendió a todos con esta declaración: “El reino de Dios ya ha llegado”. Su seguridad tuvo que causar verdadero impacto
Jesús proclamaba por las aldeas
de Galilea la “buena noticia de Dios”, y venía a decir esto: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. Convertíos y creed esta buena noticia”.
No siempre se han entendido bien estas palabras. A veces se han traducido de manera errónea: “El reino de Dios está dentro de vosotros”
Esto ha llevado, por desgracia, a desfigurar el pensamiento de Jesús reduciendo el reino de Dios a algo privado y espiritual que se produce en lo íntimo de una persona cuando se abre a la acción de Dios
Para Jesús, este mundo no es algo perverso, sometido sin remedio al poder del mal hasta que llegue la intervención final de Dios, como decían los escritos apocalípticos.
La mejor noticia
La llegada de Dios es algo bueno. Así piensa Jesús: Dios se acerca porque es bueno, y es bueno para nosotros que Dios se acerque
Jesús no pide a los campesinos que cumplan mejor su obligación de pagar los diezmos y primicias, no se dirige a los sacerdotes para que observen con más pureza los sacrificios de expiación en el templo
El mensaje de Jesús impresionó desde el principio. Aquella manera de hablar de Dios provocaba entusiasmo en los sectores más sencillos e ignorantes de galilea
El reino de Dios que Jesús proclama responde a lo que más desean: vivir con dignidad
Los escritores apocalípticos describían de manera sombría la situación que se vivía en Israel. El mal lo invade todo. Todo está sometido a Satán.
En este ambiente apocalíptico, Jesús anuncia que Dios ha comenzado ya a invadir el reino de Satán y a destruir su poder
Dios amigo de la vida
Jesús entusiasmó a los campesinos de Galilea. A
pesar de lo que se ha dicho sobre la llamada “crisis galilea” el entusiasmo de los campesinos de Galilea por Jesús no
parece que decayera nunca
Los campesinos galileos captan en él algo nuevo y original: Jesús proclama la salvación de Dios curando. Anuncia su reino poniendo en marcha un proceso de sanación tanto individual como social.
Según un antiguo relato cristiano, cuando los discípulos del Bautista le preguntan: “¿Eres tú el que tenía que venir?”, Jesús se limita a exponer lo que está ocurriendo: “Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la buena noticia; y dichoso el que no se
escandalice por mi causa
Según los evangelistas, Jesús despide a los enfermos y pecadores con este saludo: “Vete en paz” , disfruta de la
vida. Jesús les desea lo mejo
Yo he venido para que tengan vida, y vida
abundante
Tienen suerte los pobres
Jesús no excluye a nadie. A todos anuncia la buena noticia de Dios, pero esta noticia no puede ser escuchada por todos de la misma manera
Todos pueden entrar en su reino, pero no todos de la misma manera, pues la misericordia de Dios está urgiendo antes que nada a que se haga justicia a los más pobres y humillados.
Jesús declara de manera rotunda que el reino de Dios es para los pobres. Tiene ante sus ojos a aquellas gentes que viven humilladas en sus aldeas, sin poder defenderse de los poderosos terratenientes
Jesús nunca alabó a los pobres por sus virtudes o cualidades.
Probablemente aquellos campesinos no eran mejores que los poderosos que los oprimían; también ellos abusaban de otros más débiles y exigían el pago de las deudas sin compasión alguna
Esta fe de Jesús se arraigaba en una larga tradición
Lo mejor esta por venir
El reino de Dios ha llegado y su fuerza está ya actuando, pero lo que se puede comprobar en Galilea es insignificante
Lo que espera el pueblo de Israel y el mismo Jesús para el final de los tiempos es mucho más.
Jesús habla con toda naturalidad del reino de Dios como algo que está presente y al mismo tiempo como algo que está por llegar