Para Aristoteles, existe una motivación humana que le da vida al arte y esa es la imitación.
Todo arte es el arte de imitar a la naturaleza y a eso se le llama tragedia, ya que es imitación, el humano busca la forma en la cual perfeccionar lo que la naturaleza no ha acabado.
El arte, a través de su estructura, excita la piedad o el terror, haciendo que estos dos sentimientos sean expulsados de lo humano.
El arte es un medicamento catártico, porque libera al humano del exceso de pasiones.
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