Además de aceptar sufijos apreciativos, los adjetivos calificativos pueden incrementarse con morfemas de sentido cuantitativo. Los antiguos sufijos comparativos del latín ya no tienen vitalidad en español; bien aparecen en formaciones que, aunque de contenido comparativo, no son ya descomponibles en morfemas, como mejor, peor, mayor o menor, bien han perdido su significado primitivo, como en interior, superior o posterior.