Anteriormente se creía que el año 1909, en el teatro Palace-Varieté de Londres, se proyectaron por primera vez películas en color (el principal problema era que la técnica creada por George Smith (Kinemacolor), sólo utilizaba dos colores: el verde y el rojo -los cuales se mezclaban de manera aditiva-). Pero en realidad, fue en 1901 cuando se creó la primera película en color de la historia. Sin título, fue dirigida por el fotógrafo Edward Turner y su mecenas Frederick Marshall Lee. La manera en que la realizaron fue, rodar las escenas en blanco y negro, para después añadir filtros verdes, rojos y azules. Finalmente se creaba uniendo el metraje original y los filtros en un proyector especial.
Posteriormente, en 1916, llegó el technicolor (procedimiento tricromático (verde, rojo, azul)). Su uso exigía una triple impresión fotográfica, incorporación de filtros cromáticos y unas cámaras de enormes dimensiones). La primera pieza audiovisual que se realizó completamente con esta técnica fue el corto de Walt Disney Flowers and Trees, dirigida por Burt Gillett 1932. Sin embargo, el primer largometraje que se realizará con esta técnica será la por película La feria de las vanidades (1935), de Rouben Mamoulian. Posteriormente, el technicolor se extendió sobre todo en el ámbito musical como el El mago de Oz o Cantando bajo la lluvia, en películas de la época como Robin de los bosques o en la animación, Blancanieves y los siete enanitos.