Esta etapa es conocida por los impulsos violentos que normalmente están inactivos; sin embargo, estos se observarán en gran medida cuando llegue la pubertad. Por otro parte, en esta etapa se desarrolla el primer sentido de la división del trabajo y de la oportunidad diferencial, además de la situación “nueva” para el individuo donde su identidad puede verse criticada/juzgada. Sin embargo, la situación más crítica es que el hombre, desde esa etapa, acepte al trabajo como su única obligación y “lo eficaz” como el único criterio de valor. Así , este hecho lo convertiría en un conformista, irreflexivo, utilizable, etc.