Dentro de la identidad sexual, es la participación social, la que hace que el niño o niña se auto reconozca, y es por medio del juego, donde aflora su curiosidad por explorar, manipular, descubrir, imitar y preguntar, su rol de género
Según Emile Dukheim 1910, en consecuencia, educar es al mismo tiempo socializar.
El proceso de señalización del niño y la niña es prolongado a lo largo de su existencia, y que es mediado por la educación y el desarrollo de la primera infancia