Nací con una vulva que me define biológicamente como mujer, al igual que mi sistema hormonal responde a lo entendido como femenino y a nivel biólogico se ha expresado en características que "confirman" mi sexo tales como el tono de mi voz, mis pechos, mis caderas, mis facciones. Mi genética no elegida se manifiesta en el tono blanco de mi piel, en el color café de mis ojos, en el pelo ondulado, en las formas de mi cuerpo: una mujer de peso y estatura promedio.