La intensidad del consumo de recursos de la ganadería está vinculada, tanto de forma directa como indirecta, a la existencia de ineficiencias energéticas en los sistemas de producción de alimentos de origen animal, ya que se require de mucho terreno para su optimo desarrollo.
La problematica se da en que hasta un 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero son generadas por el sector agrícola mundial y tiene su origen en la producción ganadera, que es responsable de hasta 7,1 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente por año (un 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen antropógeno a escala mundial).