Primero, los estudiantes deben participar cognoscitivamente para aprender, es decir, deben enfocar su atención en los aspectos pertinentes o importantes del material. Segundo, deben invertir esfuerzo, hacer conexiones, elaborar, traducir, organizar y reorganizar para pensar y procesar con profundidad, ya que a mayor práctica y procesamiento, más sólido será el aprendizaje. Finalmente, los estudiantes deben regular y verificar su propio aprendizaje: estar al tanto de lo que tiene sentido y darse cuenta cuándo se requiere un nuevo método.