Cuando las concentraciones de dióxido de carbono disminuyen, la Tierra se enfría, parte del vapor de agua cae de la atmósfera y el calentamiento de efecto invernadero. Del mismo modo, cuando las concentraciones de dióxido de carbono aumentan, la temperatura del aire sube, y se evapora más vapor de agua a la atmósfera, que a su vez amplifica el efecto invernadero.