Decía Nietzsche: «El lenguaje es el único punto de unión entre dos seres eternamente separados». Pero el lenguaje, las palabras, no son sólo la base de la comunicación humana, sino también del pensamiento. Las ideas no nacen desnudas y después se visten con determinado concepto. Las ideas, a diferencia de los seres humanos, nacen vestidas. Son indisociables del lenguaje. Lo cual nos indica que sin el lenguaje no podríamos pensar. El límite del lenguaje será pues el límite de mi mundo, de mi inteligencia, de mi pensamiento, como muy bien han planteado numerosos psicólogos contemporáneos y algunos filósofos, entre los que cabe destacar a Wittgenstein.”