NIEGA LA ABSOLUTIZACIÓN DE LA VERDAD o, como mínimo niega que la verdad absoluta sea accesible al hombre.
Reconoce que TODA VERDAD DEBE SER PUESTA A PRUEBA y, a partir de la experiencia, puede eventualmente ser modificada, corregida o abandonada.
NO SE OPONE de ninguna manera A LA RAZÓN, pero niega la pretensión de establecer VERDADES NECESARIAS, es decir, verdades que valgan de una manera tan absoluta que se haga innecesaria, absurda o contradictoria su verificación o su control.
La mayor parte del tiempo actuamos o pensamos de manera empírica. Esperamos que sucedan las cosas más por hábito o costumbre que por razonamiento científico. En este sentido, el EMPIRISMO se contrapone al RACIONALISMO.