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INFLUENCIAS GENÉTICAS - Coggle Diagram

- - - - El primero una desproporción heredada entre el tamaño de los dientes y el de los maxilares.
        
        Podría dar lugar a apiñamiento o a espaciamiento
      - La segunda posibilidad sería una desproporción heredada entre el tamaño o la forma de ambos maxilares, lo que podría dar lugar a relaciones oclusales inadecuadas.
        
        Cuanto mayor independencia exista entre estas características, más probabilidades habrá de que se hereden estas desproporciones.
- - - - Un mayor uso de los maxilares, con fuerzas de masticación mas intensas y/o prolongadas, podría incrementar las dimensiones de los maxilares y los arcos dentales
      - La fuerza de masticación podría influir en el grado de erupción dental, alterando así la altura de la parte inferior de la cara y las relaciones de sobremordida / mordida abierta.
  - - - La teoría del equilibrio sugiere asimismo que las fuerzas intensas e intermitentes que se producen durante la masticación apenas ejerce efectos directos sobre las posiciones de los dientes, por lo cual el tamaño de las arcadas dentales solo resultaría afectado por la función si aumentara la anchura de sus bases óseas.
  - - - Parece razonable pensar que el grado de erupción dental dependa de la fuerza que deben soportar durante su actividad.
  - - - Sin embargo, si dichos hábitos persisten después de que los dientes permanentes hayan empezado a erupcionar, puede producirse maloclusión, caracterizada por incisivos superiores abiertos y espaciados, incisivos inferiores desviados lingualmente, mordida abierta anterior y un arco superior estrecho.
  - - - Por consiguiente, el termino protrusión lingual es algo inapropiado, ya que implica que la lengua se proyecta anteriormente con fuerza.
    - - No obstante, si es cierto que los individuos con maloclusión de mordida abierta anterior colocan la lengua entre los dientes anteriores al tragar, mientras que los que presentan relaciones incisales normales no suelen hacerlo
        
        por lo que resulta muy tentador atribuir el problema de la mordía abierta a este patrón de actividad lingual.
  - - - Todo ello podría alterar a su vez el equilibrio de las presiones que actúan sobre los maxilares y los dientes e incluir en el crecimiento y en la posición de unos u otros.