Uno o más quistes hidatídicos localizados con mayor frecuencia en el hígado y los pulmones, y con menor frecuencia en los huesos, riñones, bazo, músculos, sistema nervioso central y ojos. dolor abdominal, náuseas y vómitos cuando las hidátides se localizan en el hígado. Cuando afecta a los pulmones, los signos clínicos que aparecen son tos crónica, dolor torácico y disnea