Partimos de la idea de “Desarrollar Prácticas Inclusivas”, implica un giro radical en ayudar solo a los estudiantes con discapacidades o con n.e.a.e. Su interés se centra en las necesidades de cada miembro de la escuela, independientemente de sus características.
También las “Comunidades de Aprendizaje”, con modelo participativo abierto a la comunidad, en el marco de una escuela inclusiva, para dar respuesta de forma igualitaria a los retos y necesidades que plantea la educación del siglo XXI. Buscan la superación de las desigualdades sociales y educativas desde la transformación del centro y contexto social, en lugar de adaptar la enseñanza a aquellos grupos culturales marginados o en riesgo de exclusión social. Este proyecto permite la transformación de centros educativos basándose en el aprendizaje dialógico y participación de la comunidad para conseguir un doble objetivo: el éxito educativo de todo el estudiantado y la mejora de la convivencia en los instituciones educativos.