Baker y Brown (1984), comprender no es una cuestión de todo o nada, sino relativa a los conocimientos de que dispones sobre el tema del texto y a los objetivos que se marca el lector (o que, aunque marcados por otro, son aceptados por este). Es decir, nuestra actividad de lectura esta dirigida por los objetivos que mediante se ella pretende; no es lo mismo leer para ver si interesa seguir leyendo, que leer cuando buscamos una información muy determinada, o cuando necesitamos formarnos una idea global del contenido para transmitirlo a otra persona.