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COMO ENSEÑAR A HACER COSAS CON LAS PALABRAS. (PENSAR LA LENGUA.…
COMO ENSEÑAR A HACER COSAS CON LAS PALABRAS.
PENSAR LA LENGUA.
Tradicionalmente la enseñanza de la lengua y de la literatura en la educación secundaria se ha centrado en el estudio de la estructura formal de la lengua y de los autores y de las obras más representativas de la literatura.
El estudio gramatical de lalengua se conjugaba con el estudio de la historia de la literatura hasta el punto de que los programas de enseñanza (y los libros de texto que los traducían a la práctica docente) eran un fiel refeljo de esta doble orientación de la educación lingûística y literaria.
Si un año se estudiaba la fonología, la morfosintaxis y el léxico de la lengua, al año siguiente se estudiaba la historia de la literatura, desde la lírica medieval hasta las últimas tendencias de la poesía castellana, gallega, catalana o vasca.
El conocimiento gramatical en la educación obligatoria y en el bachillerato tiene sentido en la medida en que pensar sobre la lengua debe construir a la conciencia de los alumnos y de las alumnas sobre lo que hacen (dentro y fuera de las aulas) con las palabras y, en consecuencia, a la lejora de sus usos linguísticos y comunicativos.
Xesús y Carmen creen que el conocimiento gramatical por sí solo no garantiza la adquisición de habiidades comunicativas (objetivo esencial de la educación linguística y literaria) y apelan a la experiencia de años anteriores.
Los alumnos y las alumnas saben analizar de una manera académica adecuada distintos tipos de categorías gramaticales y de oraciones pero tienen serias dificultades a la hora de hablar y de escribir de una forma fluida y coherente.
En su opinión, no tiene sentido organizar los contenidos de la educación lingüística en torno a conceptos gramaticales.
A menudo demasiado abstractos e inaccesibles para el alumnado, sino a tipos de textos y de usos comunicativos, cuyo dominio exigirá en algún momento cierto grado de reflexión metalingüística.
Nadie debería ignorar que los estudios lingüísticos de los últimos decenios han venido imponiendo notables cambios de rumbo en la enseñanza de la gramática.
ENSEÑAR LITERATURA.
Existe un cierto acuerdo entre quienes enseñan literatura sobre cuáles deber ser los objetivos de la educación literaria en las aulas de la enseñanza obligatoria.
La adquisición de hábitos de lectura y de capacidades de análisis de los textos, el desarrollo de la competencia lectora, el conocimiento de las obras y de los autores más significativos de la historia de la literatura e incluso el estímulo de la escritura de intención literaria.
El estudio de los textos y de los contextos de la literatura en las últimas décadas refleja una enorme diversidad de perspectivas y de enfoques.
Los últimos estudios semióticos y pragmáticos sobre el texto literario y los trabajos de la estética de la recepción insisten en ese contrato comunicativo de cooperación entre el autor y el lector que se formaliza en cada texto literario y cómo éste tiene en cuenta el horizonte de expectativas y las competencias culturales de sus posibles destinatarios por lo que acaba cada obra construyendo un lector modelo.
Xesús y Carmen opinan que la enseñanza de la historia de la literatura ha creado actitudes hostiles ante lo literario ya que la literatura se concibe como algo ajeno a la vida de los alumnos y está demasiado alejada de sus expectativas y hábitos culturales.
Proponen partir de los textos orales, escritos y audiovisuales que los alumnos utilizan habitualmente (como autores o como receptores) para ir reflexionando gradualmente sobre los mecanismos lingüísticos y no lingüísticos de tales textos y contribuir de esta manera a mejorar su conciencia sobre cómo se construye el significado en las diversas situaciones comunicativas.
En cuanto a la literatura opinan que en esta etapa no es adecuado organizar la enseñanza literaria en torno al eje histórico (entre otras cosas, por las dificultades que aún tienen los alumnos y las alumnas de estas edades para comprender tanto el concepto de tiempo histórico como los contextos socioculturales y ideológicos en que se han creado las obras literarias.
Proponen ensayar otros métodos en los que, sin descartar la lectura e interpretación de algunos textos canónicos de la literatura, se ejercite la escritura de intención literaria y se trabaje el texto literario en relación con otros textos poéticos y narrativos más accesibles (como los de la literatura juvenil, la ficción cinematográfica, el cómic, la publicidad o la narración de aventuras).
Los contenidos literarios se han seleccionado tradicionalemente en función del prestigio cultural de los autores y de las obras de nuestra historia literaria.
Las historias de la literatura incorporaban las obras, los autores y los movimientos literarios más sobresalientes y los manuales de enseñanza de la literatura adaptaban al aula esa selección de los contenidos literarios.
El aprendizaje del uso oral y escrito ha sido el objetivo esencial de la enseñanza de los textos literarios desde finales de la Edad Media hasta el siglo XIX.
La educación literaria se orientaba a la adquisición de las habilidades de elocución que exigían los diversos oficios en la vida profesional.
En este contexto la retórica, en su calidad de arte del discurso, educaba en el uso correcto,, adecuado y coherente del texto a la vez que la lectura de los clásicos grecolatinos suministraba los modelos expresivos que servían como ejemplos del buen decir y del buen escribir.
LENGUA, CULTURA Y SOCIEDAD.
LENGUA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS.
¿QUÉ HACER? ACTIVIDADES, METODOLOGÍA Y EVALUACIONES. LOS MATERIALES DIDÁCTICOS.
LA EDUCACIÓN LINGÜÍSTICA Y LA SELECCIÓN ESCOLAR DE LAS ESPECIES.
PARA SABER Y SABER HACER.
TEORÍA DE LA EDUCACIÓN LINGÜÍSTICA.
LA PRÁCTICA DE LA EDUCACIÓN LINGÜÍSTICA.
CÓMO ENSEÑAR A HACER COSAS CON LAS PALABRAS.
LOS OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN LINGÜÍSTICA.
LOS CONTENIDOS DE LA EDUCACIÓN LINGÜÍSTICA.
LA SELECCIÓN DE LOS CONTENIDOS LINGÜÍSTICOS.
HABLAR Y ESCUCHAR.
LEER, ENTENDER Y ESCRIBIR.