Sólo será posible lograr que la consejería educativa tenga impacto en Don FMA, en el contexto de control de salud de crónico, si se establece una relación de confianza, un vínculo presidido por la fé en la persona que interviene, en su acción y en el dominio que tiene de dicho arte, lo que permite ponerse a su disposición. En el acto educativo es fundamental la confianza, pues si el educando no confía en el educador, en la institución donde se forma y en la materia que recibe diariamente, difícilmente puede desarrollarse la acción educativa. Para ello, es fundamental que el profesional sepa dar pruebas y garantías de confianza, no sólo por sus palabras y por su gestualidad, sino por la eficiencia y eficacia de la acción que desarrolla. Quien desconfía, no se deja cuidar y quien no se deja cuidar, imposibilita la intervención.