Tienen un pliegue, llamado manto, en la parte dorsal del cuerpo. Este pliegue aloja los órganos respiratorios y, en muchos casos, produce una concha protectora hacia el exterior, de un material calcáreo duro. La concha puede estar formada por una sola pieza, enrollada o no en espiral, o consistir en dos piezas o valvas unidas entre sí.