En ese sentido los ejercicios de comprensión oral deben ser preparados para practicar las estrategias del proceso e incidir en los aspectos dificultosos para el alumno. Los ejercicios deben ser frecuentes, cortos e intensivos, debe haber mucha práctica, se debe poner énfasis en la comprensión y no en el resultado y el desarrollo de las microhabilidades. Los materiales deben ser reales y variados. Se debe generar en el alumno una razón para escuchar, deben formular en forma visible su comprensión para evaluarla y mejorarla. Se pueden seguir los siguientes pasos: introducir el tema, presentar en forma clara la tarea, escuchar el discurso, comparar las respuestas, escuchar nuevamente y comparar las respuestas por parejas. A la hora de evaluar la comprensión oral se deben detectar las carencias pero a la vez valorar los progresos, ya que hablamos de una habilidad imprescindible.