AUTOENGAÑO: Es necesario ser sincero con los demás pero especialmente con uno mismo. La peor forma de engaño es el autoengaño, aquel que consiste en esconderse a uno mismo, en ocultar las propias características personales. La experiencia del espejo es, en este sentido, extraordinariamente positiva para aprender a definirnos, es decir, para ponernos límites y conocernos auténticamente.