¿Redacción o textos comunicativos?
Se trata, sin duda alguna, de una escena representativa de la asignatura de expresión escrita. Si el dictado es el ejercicio típico por antonomasia de la ortografía, y la multiplicación y la división del cálculo, la redacción lo es de Ia expresión. Sus características de actividad global y abierta, de respuesta divergente y adaptable a todos los temas, la convierten en una de las mejores prácticas para la clase de lengua escrita. De hecho, así hemos aprendido a escribir la mayoría de nosotros: haciendo redacciones semanales sobre temas variados que el maestro iba corrigiendo. Pero esta práctica habitual también ha entrado en crisis con la aparición de nuevas metodologías y, sobre todo, del enfoque comunicativo centrado en el uso de la lengua y en las necesidades de los alumnos. Se argumenta que en la vida real no se escriben redacciones, que se trata de un tipo de texto que sólo existe en la escuela y que, además, presenta unas características comunicativas sustancialmente distintas del tipo de textos sociales que normalmente todos debemos producir. Por todo esto, se ha propuesto que se sustituya en la práctica escolar por la carta, la nota, el currículum o el informe, o por otros escritos reales.