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Captulo 24 La Ciudad o Pueblo Oriental (LAS PUERTAS DE LA CIUDAD (La…
Captulo 24 La Ciudad o Pueblo Oriental
LAS PUERTAS DE LA CIUDAD
La diferencia entre ciudades y villas en lo referente a las murallas
En tiempos antiquísimos del Antiguo Testamento las villas eran lugares de morada sin murallas en su derredor, mientras que las ciudades y pueblos eran lugares más grandes, y estaban amurallados. La ley mosaica haca tal distinción: "Y el varón que vendiere una casa de morada en ciudad cercada
Las murallas, parte de las fortificaciones de la ciudad.
En los tiempos bíblicos la mayora de las ciudades estaban amuralladas y fortificadas para protección contra el enemigo. Los que vivan ciudad sin murallas se interesaban en que se construyeran a su alrededor.
Caractersticas de las puertas.
Las puertas de una ciudad oriental estaban, por supuesto, conectadas con las murallas; no obstante, eran en un sentido una estructura independiente. Eran por lo general eran construidas de madera o de piedra, o de madera armada con metal. El salmista habla de puertas de bronce (cobre), y puertas de hierro (Sal. 107:16). Regularmente eran de dos hojas (Isa. 45:1)
La puerta como lugar de cita.
Las puertas de las antiguas ciudades amuralladas y el espacio abierto entre ellas eran lugares populares de reunión para el pueblo. Parecían amplios vestíbulos que podan albergar grandes multitudes de gente.
TORRES
Las ciudades orientales han tenido dos tipos de torres. Primero. Estaba la torre construida como parte de la muralla de la ciudad en este punto, la torre se construía más alta y servía como un fortín aproximación del enemigo poda observarse desde allá, y las armas arrojaban sus proyectiles sobre los hombres que atentaban tornar la ciudad.
LAS CALLES
Las palabras usadas en la Biblia hebrea para calles, indicaba que haba de ellas tres variedades. La calle usual era larga, angosta y sinuosa (Josue 2:19, etc.). Las calles cerca de las puertas de la ciudad y aquellas frente a edificios públicos o donde la una cruza con la otra, eran anchas plazas (Neh. 8:1).
EL MERCADO
El mercado no es sólo un lugar para la compra de mercancías, sino también un lugar para que el pueblo se reunía para muy diversas cosas. Es uno de los lugares más populares en una ciudad oriental.
El mercado como lugar de reunión social
Las transacciones comerciales son por lo regular precedidas de una visita social con el cliente. A la gente importante tanto como a la común, les gusta ir allá para encontrarse con sus amigos y saludarlos en verdadera costumbre oriental lo que siempre lleva mucho tiempo.
Portero del mercado pesadamente cargado.
En muchas ciudades orientales no se permite la entrada de carruajes o carretas por las puertas de la ciudad llevando sus cargas al mercado. Estas cargas son llevadas por los porteros, quienes son por regla general escogidos de las clases más pobres.
Los niños en el mercado.
En Oriente a los niños les encanta ir al mercado, donde tantas cosas importantes suceden. Ellos observan con mucha atención lo que allá acontece. Pueden hacer travesuras, y por supuesto que ellos también juegan.
CARGADOR AGOBIADO
Trabajadores en el mercado.
En las ciudades orientales los hombres que desean empleo, se juntan en grupos en el mercado, esperando que alguien los alquile. Fue aquí donde el hombre de la parábola de Jesús encontró trabajadores para su viña.
Gobernadores en el mercado
En ciertas ocasiones algunos miembros del ayuntamiento de la ciudad se les encuentran all, y escuchan las causas de los que se encuentran en dificultades. Por supuesto que lo que all se hace no es oficial porque el tribunal de justicia está en las puertas de la ciudad, o como diríamos nosotros, el palacio municipal.