El periodista del diario británico The Guardian, Brian Merchant, logró ingresar sin escolta a la fábrica de productos de Apple en la ciudad china de Shenzhen para mostrar los abusos, maltratos y hasta suicidios que tienen lugar allí.
Merchant pidió entrar al baño para ver cómo viven los empleados en Longhua, el extenso complejo de fábricas, que fue noticia en 2010 porque sus trabajadores comenzaron a suicidarse.
Los obreros se arrojaban de los dormitorios, a veces en plena luz del día, en trágicas manifestaciones de desesperación y en protesta por las condiciones de trabajo. Hubo 18 intentos de suicidio reportados ese año y 14 muertes confirmadas.