7 - (+++) El principal terreno es en la actividad muscular, que se exterioriza en dos sentidos: por medio de convulsiones o bien por contracturas, calambres o espasmos musculares violentos, que aparecen y desaparecen bruscamente. Las convulsiones tienen características propias que permiten su fácil identificación. Las causas provocadoras o circunstancias son: por vejación, por susto o cualquier excitación; en la luna nueva; periódicamente; cada 7 días. Precediendo al ataque convulsivo, hay pequeñas sacudidas musculares, palpitaciones, vómitos, hipo o violenta constricción en la parte inferior del tórax. Inmediatamente antes: aparecen tironeos o movimientos irregulares, especialmente en los dedos de manos y pies, extendiéndose a todo el cuerpo, hay marcada cianosis facial. Después del ataque: tiene apariencia de muerte, hay un sueño profundo y, al salir de él, presenta gran postración, no recuerda nada de lo ocurrido, hay escalofríos, vómitos, cefaleas, llanto, temblores y sudores. Sobresaltos durmiendo. Epilepsia con aura comenzando en las rodillas o plexo solar y ascendiendo. Tétano con trismo, opistotono marcado y micción involuntaria. Temblores. Desmayos