Desde la sociolingüística, el individuo se nos presenta como el usuario concreto de una lengua o unas lenguas, miembro de un grupo social y cultural determinado, que pertenece a una clase social, que tiene un status determinado, que puede desempeñar unos papeles determinados, que tiene un bagaje de conocimientos concreto y, de forma muy especial, que posee un repertorio verbal determinado compuesto de todas las variedades que es capaz de usar en su vida diaria.