IMPORTANCIA DE LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA INFANCIA CON EL ROL DE LA EDUCADORA:
El niño(a) desde el momento en que nace es una persona en formación, por lo que la educación que recibe a partir de este momento es muy importante y fundamental, ya que comienza a desarrollar distintos aspectos de su personalidad e identidad tales como la autoimagen, autoestima, sus ideas, la interpretación de sus opiniones y la de los demás, junto a distintas experiencias que son enriquecedoras y los sentimientos que las acompañan.
Estos al ser procesos personales de cada párvulo, requieren su tiempo para su desarrollo, por lo que nuestro papel como futuras educadoras de párvulos consiste en observar de cerca, brindar paciencia y procurarles experiencias, empatía y opiniones positivas sobre sí mismos, siempre generando oportunidades para que adquieran conocimientos en cada momento de aprendizaje.
A la vez, debemos considerar de que en todo proceso educativo se produce el encuentro de una generación adulta con una de niños(as), por lo que debemos fomentar el trabajo cultural y en conjunto con todos los párvulos, para que logren conocerse, aprendan sobre sus diferencias y similitudes, sobre sus gustos y disgustos, aprendiendo a trabajar en equipo, además de brindarles oportunidades para que opinen sobre ello, formando así su identidad personal a través de la socialización y de la misma manera su conducta.
Por lo que, a modo de conclusión, es fundamental brindarles experiencias significativas a cada niño y niña, tomando siempre en consideración una mirada constructora de futuros, que potencie tanto las demandas, como las autocríticas de cada educando, la imaginación de cada uno de ellos/as y la toma de decisiones relacionadas con el cuidado del otro, para así formar personas tolerantes, abiertas a opinar, seguras de sí mismas, de su cultura y de su identidad.