Lo ideal de María era hacer una sociedad fraterna, haciendo resaltar en los espíritus habituados mas a la superficie que las profundidades, las condiciones elementales de esa libertad sustancial, que no se reduce solo a libertad exterior de la organización política, demasiado formal, hipo critica y frágil si no se funda en la estructura misma de personalidades formales como seres autónomos, en perfecto autónomo, en perfecto acuerdo con leyes de desarrollo y de la naturaleza humana