Esta tierra fue nuestra antes de ser nosotros de esta tierra. Fue nuestra más de un siglo antes de convertirnos en su gente. Fue nuestra en Massachusetts, en Virginia, pero éramos colonos de Inglaterra, poseyendo unas cosas que aún no nos poseían, poseídos de aquello que ya no poseíamos. Algo que nos negábamos a dar gastaba nuestra fuerza, hasta entender que ese algo fuimos nosotros mismos, que no nos entregábamos al suelo en que vivíamos, y desde aquel instante fue nuestra salvación el entregarnos.