Reducen de forma significativa el consumo de energía, agua y materiales mediante una ubicación, diseño, construcción, funcionamiento, mantenimiento y métodos de deshecho ecológicamente sensibles, es decir, el ciclo de vida completo de una construcción.
La calefacción solar pasiva, los dispositivos para el ahorro de agua, los materiales reciclados y otros dispositivos de diseño ecológicos pueden generar hasta un 30% de ahorro energético, reducir las emisiones de carbono en un 35%, reducir el consumo de agua entre un 30 y un 50%, y ahorrar entre un 50 y un 90% en costes de eliminación de residuos.